Los sueños creativos


Un punto fundamental en el debate entre partidarios y detractores del sueño lo constituye la fecundidad del sueño. Para sus oponentes todo sueño es estéril. La posición de Bergson es una de las más tajantes: "Observemos en primer lugar que el sueño no crea en general nada". Su demostración consiste en declarar inadmisible o sospechoso todo testimonio adverso (Tartini o Stevenson), lo que de hecho no hace más que clausurar el debate por petición de principio. Después de él, por desgracia, muchos otros autores han seguido sosteniendo el mismo argumento de inadmisibilidad.

Sueños lúcidos y autocuración

Son aquellos que tienen lugar cuando, sin llegar a despertar, tomamos consciencia de que estamos soñando. Este estado alterado de consciencia nos permite conocer mundos desconocidos e inimaginables, realizar las actividades más surreales y aprender cosas importantes acerca de la vida y la muerte. En dichos sueños lúcidos, tenemos la capacidad de ayudarnos a eliminar una adicción de la vida diaria así como también curarnos de algún problema, tanto psicológico como físico.

Básicamente, existen tres métodos diferentes utilizados comúnmente para poder tener un sueño lúcido. A continuación, se describe cada uno de ellos y las ventajas que poseen:
La técnica utilizada con más frecuencia es la de, luego de comenzar a tener un sueño común, darse cuenta por alguna razón de que se está soñando, y a partir de ese momento, entrar en estado de lucidez. Esta experiencia tiene el nombre de DILD (Dream Induced Lucid Dreams) debido a que comienza en un sueño. 

Sueños muy comunes


Entre los sueños diferentes que brotan de cada mente humana aparece un puñado en que se presenta a casi todos los soñantes. Sueños en los que uno cae, o es perseguido, o se eleva por los aires, o pierde la movilidad, parecen ser manifestaciones comunes de una experiencia humana compartida. Aparentemente, nuestro ser soñante nunca perdió de vista una verdad elemental a pesar de las múltiples formas en que la humanidad se fragmentó a través de la historia, seguimos siendo integrantes de una única especie.

Algunos sueños son típicos de una determinada cultura. La fantasía en la que el soñante está rindiendo un examen, y fija la vista sin comprender en el papel puesto delante suyo, es una expresión de ansiedad muy común en las sociedades industrializadas. Pero el sueño de sentirse perseguido atraviesa las fronteras culturales. Un masai puede soñar que es acosado por un animal; un neoyorquino, por un hombre con un cuchillo; pero el temor de sentirse atacado es un sentimiento tan elemental que esos sueños aparece en todas las sociedades. A pesar de todo, incluso los sueños comunes tienen significados ligeramente diferentes para cada soñante.