Sueños lúcidos y autocuración

Son aquellos que tienen lugar cuando, sin llegar a despertar, tomamos consciencia de que estamos soñando. Este estado alterado de consciencia nos permite conocer mundos desconocidos e inimaginables, realizar las actividades más surreales y aprender cosas importantes acerca de la vida y la muerte. En dichos sueños lúcidos, tenemos la capacidad de ayudarnos a eliminar una adicción de la vida diaria así como también curarnos de algún problema, tanto psicológico como físico.

Básicamente, existen tres métodos diferentes utilizados comúnmente para poder tener un sueño lúcido. A continuación, se describe cada uno de ellos y las ventajas que poseen:

La técnica utilizada con más frecuencia es la de, luego de comenzar a tener un sueño común, darse cuenta por alguna razón de que se está soñando, y a partir de ese momento, entrar en estado de lucidez. Esta experiencia tiene el nombre de DILD (Dream Induced Lucid Dreams) debido a que comienza en un sueño. 

Dicha técnica es la que se logra en la mayoría de la gente sin ningún tipo de entrenamiento, al menos una vez en la vida de manera espontánea. Hay varios ejercicios para practicar para inducir dicho estado de lucidez; recordar y anotar sueños, la meditación, y dormirse la noche anterior con intenciones de realizar determinada actividad en un sueño lúcido.

Una vez que se comienza a tener un sueño común, se deberán realizar una serie de tests y estar atento a las señales para comprobar que uno está soñando y así poder entrar en un estado alterado de la consciencia. La segunda se llama WILD (Wake Induced Lucid Dreams) y por este método se logran experiencias más fuertes que en ninguna otra técnica. Es más difícil de lograr que las otras ya que requiere de un alto grado de concentración y tranquilidad. Consiste en ingresar directamente en estado de lucidez desde la vigilia, sin perder la consciencia por un instante. Para lograr esto, se deberá ir a dormir y relajarse de a poco hasta entrar en un sueño lúcido, siempre manteniendo la consciencia alerta.

El último método utilizado es similar al anterior con la diferencia de que es más fácil de lograr y no es tan intenso. Se llama MILD (Mnemonic Induced Lucid Dreams) y básicamente, consiste en interrumpir el sueño en medio de la mañana, recordarlo con detalle y luego de haber transcurrido aproximadamente media hora, volver a acostarse e “ingresar” nuevamente en dicho sueño pero esta vez con consciencia. Cuando uno tiene sueño, el hecho de recordar un sueño hace que automáticamente uno sea conducido a él nuevamente.

Algo recomendable mientras uno está despierto durante ese período es estimular el hemisferio izquierdo, (realizando actividades tales como jugar a la ajedrez, leer con concentración o simplemente hacer cuentas mentalmente), y manteniendo el cuerpo cansado. A continuación, se debe hacer la mísma técnica empleada en WILD (entrar en estado de lucidez sin perder la consciencia). Esta vez, resultará más fácil porque ya veníamos soñando y nuestro cuerpo se encuentra muy cansado.

Con cualquiera de estos tres métodos podemos lograr tener un sueño lúcido. En dicho sueño, uno toma control sobre las acciones que quiere realizar. En este sentido, si uno tiene una dolencia en la vida diaria, cuando se encuentra en un sueño lúcido, puede voluntariamente pensar en que se va a mejorar de dicha afección y luego, al despertar, descubriría una mejora.

Todo el universo se encuentra en constante cambio; de esta manera, nuestros esquemas mentales también pueden ser cambiados. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de conectarse con nuestra mente más profunda donde se encuentra toda la sabiduría, la curación y el bienestar que necesitamos.