El paradigma de los Sueños


Un paradigma es un marco conceptual de referencia que nos permite sintuarnos en un contexto determinado para comprender o llevar a cabo una cuestión determinada. Los paradigmas del Taller de Trabajo con sueños provienen esencialmente de cinco fuentes: la teoría psicológica de Carl G. Jung y sus discípulos, la psicología transpersonal de Grof y sus co-fundadores, la tradición ancestral de distintos pueblos que trabajan con sueños, la llamada filosofía perenne o metafísica y la experiencia cotidiana:
  1. Los sueños, sean lo que sean, dejan dentro de nuestra memoria una serie de imágenes o escenas susceptibles de ser recordadas, estudiadas y, en cierta medida, interpretadas o comprendidas. Y podemos aplicar estos conocimientos en beneficio de nuestra evolución personal y social.
  2. Para los efectos de este taller, consideramos que nuestra conciencia comprende tres planos: el subconsciente, el consciente y el supraconsciente. El subconciente podría compararse con un sótano donde se almacenan nuestras experiencias en forma de sentimientos, impresiones e información sensorial. El conciente comprende los procesos mentales con los que nos identificamos cotidianamente. Y el supraconsciente es el plano de la divinidad inherente al ser humano, las ideas perfectas y el conocimiento directo. En condiciones ordinarias sólo tenemos acceso a los procesos conscientes, sin embargo, durante los sueños y otros estados modificados de conciencia, podemos tener acceso a lo que se encuentra en nuestro subconsciente y en nuestro supraconsciente.
  3. En los sueños podemos ser partícipes u observadores, podemos tener un cuerpo físico distinto, podemos tener el cuerpo de otra persona, de un animal o no tener cuerpo alguno, por eso utilizamos la figura de el ego del sueño para referirnos al enfoque de nuestra conciencia durante el estado onírico.
  4. Por regla general, las imágenes que aparecen en nuestro sueños, ya sean simbólicas o literales, sustituyen o expresan las emociones o ideas que asociamos a cada imagen.
  5. Existe una especie de almacén de las experiencias colectivas (el inconsciente colectivo, la estructura genética, los registros akáshicos, etc.) que nos permite recurrir a imágenes o escenas que denominamos simbólicas o arquetípicas, susceptibles de ser i
  6. nterpretadas y utilizadas dentro de la interpretación onírica.
  7. Todo ser humano, ya sea hombre o mujer, tiene un aspecto femenino y otro masculino (ánima y ánimus) que ha de llegar a conciliar dentro de sí en el transcurso de su proceso evolutivo; y las actuaciones de los personajes masculinos y femeninos que aparecen dentro de nuestros sueños, reflejan el estado de armonía o desarmonía entre ambas partes de nuestra psique.
  8. Por regla general, los personajes que aparecen dentro de nuestros sueños representan tendencias existentes dentro de nuestra propia psique. Entre más familiares nos resulten, significa que dichas tendencias están más cercanas a nuestra conciencia y entre más desconocidas nos parezcan, esto indica que se encuentran más soterradas dentro de nuestro subconsciente.

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