Soñar que vemos a la virgen es señal de cambio radical. No
importa lo que nos cuente, sino el hecho de que necesitamos un giro de 180º ya
que el no producirlo nos causa malestar general.
El lugar donde se nos presenta la virgen es el indicio de
dónde debemos cambiar. Si se nos presenta en la cama, el cambio va ligado a
nuestra personalidad, teniendo que mejorar nuestras aptitudes y nuestra forma
de relacionarnos. Si se nos presenta en el trabajo, el cambio debe ir
relacionado respecto a lo laboral, ya sea implicándonos más o buscando otros
objetivos.
Si la virgen se nos presenta en medio de un campo, hay
marcas de hastío general, estrés. Por lo que una desconexión temporal de
nuestro entorno (un viaje, una escapada etc.) resulta muy recomendable.
Acudir nosotros a una virgen, ya sea en la iglesia o
mediante rezos, es señal de que necesitamos conversar. Conviene buscar consejo
a un buen amigo.
Se puede dar el caso de que el sueño se relacione con una
mujer virgen. En este caso el significado depende de la actitud de esta. Si
está en situación mansa es propio de una relación satisfactoria. Si por el
contrario se muestra provocativa, es indicio de insatisfacción o deseo no
calmado.
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