Según
la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño, la parálisis
del sueño consiste en un período de inhabilidad para realizar
movimientos voluntarios al inicio del sueño (hipnagógica o forma
predormital) o al despertarse, ya sea durante la noche o la mañana
(hipnopómpica o forma postdormital).
La
parálisis es totalmente normal y se produce cada vez que el individuo
duerme. Es el mecanismo natural de defensa del organismo para evitar el
"escenificar físicamente los ensueños", lo cual podría resultar dañino
y peligroso para el individuo dormido (sueño REM sin atonía, no
sonambulismo que se produce en las fases de sueño profundo).
Normalmente
no se está consciente en ese estado, pero algunos individuos son
susceptibles de sufrir episodios de parálisis estando conscientes. Esto
puede ocasionar que el individuo mezcle sensaciones reales del entorno
que le rodea con cualquier tipo de alucinación producida por un sueño,
como puede ser sentir una sensación de ahogo o dificultad para
respirar, con opresión del pecho, palpitaciones y otras sensaciones de
origen fisiológico. Esta parálisis, acompañada por temor en la persona
que la padece, se conoce como pesadilla, en el sentido clásico de la
palabra.
En
este estado, el sujeto se siente incapaz de realizar cualquier
movimiento o de hablar, pero está plenamente consciente de su situación
y de lo que ocurre en su medio ambiente circundante, ya que puede oír,
oler o percibir sensaciones táctiles, incluso ver si tiene los ojos
abiertos, o creer completamente que está viendo la habitación en la que
se durmió, aun teniendo los ojos cerrados.
La
parálisis consciente puede tener “toda la fuerza y el impacto de la
realidad”, en palabras de Robert Baker, un psicólogo de la Universidad
de Kentucky.
Prevalencia
La
parálisis consciente del sueño es un fenómeno extremadamente común que
ocurre por lo menos una vez en la vida en el 40 a 50% de los sujetos
normales. Se reconocen tres tipos, las aisladas, asociadas a otra
patología y las de tipo familiar. La parálisis del sueño de tipo
familiar en individuos sin ataques de sueño o cataplexia es
excepcionalmente poco frecuente, con sólo unas pocas familias descritas
en la literatura. Puede estar asociada a otra patología,
principalmente narcolepsia: entre el 17 y el 40 % de los narcolépticos
aseguran haber sufrido algún episodio.
Puede
aparecer de manera aislada en individuos sanos, en una forma familiar
que es transmitida genéticamente, y como uno de los síntomas clásicos
de la narcolepsia. En estos casos está asociada a niveles altos de
estrés y ansiedad; en algunos estudios se determina que la prevalencia
puede ser del 30% en el último mes, sin que esté relacionada con una
mala calidad de sueño.
Los
casos aislados ocurren más frecuentemente al levantarse, mientras que
en la forma familiar y en la narcolepsia, la parálisis es más común al
inicio del sueño.
Alucinaciones más comunes
La
parálisis consciente del sueño comúnmente se presenta con un conjunto
de alucinaciones básicas que suelen ser experimentadas por la mayoría
de las personas que han sufrido un episodio. Estas alucinaciones
ocurren solas o en varias combinaciones con o sin elaboración narrativa
explícita. Una presencia puede, por ejemplo, aparecer sola o
acompañada de voces, o apariciones visuales, y, con menos frecuencia,
con sensaciones de flotar o experiencias fuera del cuerpo (EFC). Si
cuando sucede, el individuo tiene los ojos abiertos (o incluso
cerrados), puede llegar a ver el lugar donde se encuentra (siempre el
lugar en el que se quedó dormido) distorsionado, girado o torcido.
Algunas veces, los episodios alucinatorios más complejos pueden tener
una interpretación coherente, pero son a menudo experimentados como
sensaciones aisladas, incoherentes y desorientadoras.
- Alucinaciones auditivas
Las alucinaciones auditivas durante la PS son extremadamente diversas.
Aunque al parecer una cualidad domina a toda esta diversidad: el oyente
siente los sonidos como externos, originados fuera de su cabeza.
Muchos de los sonidos son muy elementales. A menudo las experiencias
auditivas son descritas como zumbidos, chillidos, siseo, rugidos,
ráfagas, chirridos, crujidos, vibraciones y silbidos. Estos sonidos son
a veces descritos como muy ruidosos y mecánicos.
Otro tipo de alucinación auditiva muy frecuente es oir voces y pasos,
que se experimentan como se produjeran externamente, pero carecen de
sentido. Las voces pueden interpretarse como gritos o susurros pero, en
cualquier caso el sentido de lo que se está diciendo resulta poco
claro, como si las voces hablaran en otro idioma o de forma confusa. En
los casos en que las voces resultan comprensibles, su mensaje suele ser
simple y directo. Pueden simplemente llamar por su nombre al que
duerme, pero más a menudo amenazan, advierten, ordenan, piden ayuda o
se ríen.
- Alucinaciones visuales
Las alucinaciones visuales varían bastante, pueden ir desde imágenes
muy detalladas y vívidas hasta muy vagas e indefinidas. Las siluetas
humanas son muy comunes y suelen estar vestidas de negro. No tiene por
qué tratarse de un extraño o de alguien indefinido: se han dado casos
en que el afectado ve a familiares, amigos e incluso mascotas. No es
raro que estas figuras se confundan con intrusos de carne y hueso.
Las figuras que producen miedo suelen ser estereotipos, es decir, esqueletos, fantasmas, demonios, extraterrestres, etc.
- Alucinaciones táctiles
Las alucinaciones táctiles son muy comunes y parecen estar relacionadas
con la alucinación de La Presencia. A menudo la persona afectada
siente que alguien lo agarra de las muñecas y de las manos, y puede
llegar a sentir que alguien lo agrede con saña, produciendo golpes,
arañazos, estrangulamientos, etc.
La Presencia
Una
de las experiencias más comunes asociadas con PS es la de sentir una
presencia, es también la experiencia menos específica y tal vez la más
fundamental de las experiencias hipnagógicas e hipnopómpicas. La
Presencia consiste en la percepción de que hay algo o alguien en la
habitación. Además, está la convicción de que esta entidad existe
realmente fuera e independientemente de la persona. La sensación de una
presencia puede ser muy fuerte. En algunos casos la presencia puede ser
descrita como "invisible". Sin embargo, más comúnmente está
simplemente "oculta", es decir, la persona siente que si pudiera
voltearse podría ver lo que se oculta donde no puede verlo.
Aun
sin ninguna otra información, muchas personas parecen tener una
intuición inmediata de que la presencia es alguien o algo a lo que se
le debe temer. Se interpreta comúnmente que la presencia tiene una
intención malévola. Algunas descripciones no pasan de un sentimiento de
temor y de miedo a una muerte inminente provocado por esta presencia.
La subida del muerto, la vieja bruja
Las
personas afectadas sufren a menudo dificultades para respirar durante
la PS. Esto tiende a asociarse con sensaciones de presión en el pecho,
opresión alrededor del cuello y sofoco. A esta sensación se la denomina
(en muchos países hispanohablantes) como "la subida del muerto". En el
ámbito anglosajón se la conoce como "la vieja bruja" (Old Hag).
La
sensación de que resulta difícil respirar es consecuencia directa de
la parálisis de los músculos voluntarios. Aunque una respiración
automática superficial continúa, cuando la persona intenta, sin éxito,
respirar voluntariamente, es común que sienta pánico y tema ahogarse.
Cuando a esto se añade la sensación de una presencia maligna, la
persona puede tener la sensación angustiosa de una muerte inminente.
Los
sentimientos de sofoco también pueden ser inducidos por hipoxia e
hipercapnia relacionadas con el sueño REM. Esta incapacidad para
“recobrar el aliento” a menudo genera sentimientos de pánico
relacionados con la posibilidad de morir por sofoco.
Como combatir la parálisis del sueño una vez prolongada
- Cerrar los ojos fuertemente, ya que en la mayoría de los casos están abiertos o entre-abiertos.
- Relajarse.
- Tratar de mover zonas del cuerpo poco a poco, empezando por los dedos de las manos, dedos de los pies, brazos, piernas etc.
- Tratar de tomar un ritmo de respiraciones largas y grandes.
La parálisis del sueño en el folclore
- En
la cultura afroamericana, las parálisis del sueño aisladas se
denominan comúnmente como "cuando el diablo se sube a tu espalda"
- En la cultura camboyana, en Laos y Tailandia, la parálisis del
sueño se conoce como "pee umm" y "khmout sukkhot". Se describe el caso
como un evento donde la persona está durmiendo y sueña que una (o
varias) figura fantasmal está junto a el/ella o que pueden estar cerca.
La persona generalmente cree que está despierta, pero no puede moverse
o emitir sonidos. Eso no debe confundirse con el "pee khao" y el
"khmout jool", los cuales se refieren específicamente a la posesión por
un espíritu.
- En la cultura hmong, la parálisis del sueño describe una
experiencia llamada "limanda tsog" o "demonio de aplastamiento". A
menudo la víctima asegura ser capaz de ver una pequeña figura, no más
grande que un niño, sentado sobre su pecho. Lo que es alarmante es que
un gran número de hmong Americanos, principalmente hombres, han muerto
durante su sueño provocando que los centros para el control de
enfermedades crearan el termino "Síndrome de muerte nocturna súbita e
inesperada" o SUNDS en su abreviatura inglesa.
- En la cultura vietnamita, la parálisis del sueño se conoce como "de
ma", que significa "poseído por un fantasma". Mucha gente en esta
cultura cree que un fantasma ha entrado en su cuerpo, causando el
estado de paralisis.
- En la cultura china, la parálisis del sueño se conoce como "gu yā
shēn" o gu yā chuáng, que literalmente se traducen como "cuerpo
presionado por un fantasma" o "cama presionada por un fantasma."
- En la cultura japonesa, la parálisis del sueño se conoce como
kanashibari "sujeto o atado con metal". Este término es utilizado a
veces por autores de habla Inglesa para referirse al fenómeno, tanto en
estudios académicos como en la literatura de espíritus popular.
- En la cultura popular húngara a la parálisis del sueño se le llama
"lidércnyomás" ("lidérc=presión") y se suele atribuir a una serie de
entidades sobrenaturales como, "boszorkány" (brujas), "tündér" (hadas) o
"ördögszerető" (demonio lascivo). La palabra "boszorkány" se deriva de
la raíz turca "bas-", que significa "presión" .
- En Islandia popularmente la parálisis del sueño generalmente se
llama tener una "Mara". Mara es una antigua palabra islandesa para la
yegua, pero ha tomado el sentido de una especie de diablo que se sienta
en el pecho y que por la noche, tratan de sofocar a la víctima.
- En Malta, la cultura popular atribuye la parálisis del sueño a un
ataque de las "Haddiela" que es la esposa del "Hares", la entidad
maltés en la cultura popular que atormenta al individuo en forma
similar a los de un Poltergeist. Se creía en la cultura popular, que
para librarse a sí mismo de la Haddiela, se debe colocar una pieza de
plata o un cuchillo bajo la almohada antes de dormir.
- El Pueblo kurdo llama a este fenómeno "mottaka", y creen que
alguien, en la forma de un fantasma o tal vez un mal espíritu, se pone
sobre el pecho en medio de la noche y la ahoga. Al parecer, esto sucede
normalmente cuando alguien ha hecho algo malo.
- En Nueva Guinea, las personas se refieren a este fenómeno como "Suk
Ninmyo", sospechan que proviene de los árboles sagrados que utilizan
la esencia humana para sostener su vida. Dicen que los árboles se
alimentan de esencia humana solo durante la noche para no perturbar la
conciencia humana durante el día, pero a veces la gente que ha comido
de forma inapropiada despierta por la noche, lo que resulta en la
parálisis.
- En la cultura turca, la parálisis del sueño se denomina a menudo
"karabasan" Se cree que se trata de una criatura que ataca a las
personas durante su sueño, presionando sobre su pecho para robar su
aliento.
- En México, se cree que la parálisis del sueño es en realidad el
espíritu de una persona fallecida que toma a la persona y obstaculiza
su movimiento, llamándole a esto con la expresión "se me subió el
muerto".
- En muchas partes del sur de Estados Unidos, el fenómeno se conoce
como un "hag", y se dice a menudo que el evento es una señal de que se
acercar una tragedia o accidente.
- Entre los yoruba de Nigeria "Ogun Oru" es la explicación
tradicional para los disturbios nocturnos; Ogun Oru implica una mala
noche con posibles alteraciones, que culturalmente se atribuyen a la
infiltración demoníaca del cuerpo y la psique durante el sueño. El Ogun
Oru se caracteriza en su ocurrencia por una preponderancia femenina.
Se cree que es tratable a través de la oración cristiana o elaborados
rituales tradicionales diseñados para exorcizar los elementos
demoníacos invasores.
- En Etiopía se utiliza la palabra Dukak. Dukak se cree que es algún
tipo de mal espíritu que posee la gente durante su sueño. Esta
experiencia también se cree que está en relación al uso del Khat. La
mayoría de los usuarios Khat experiencia parálisis del sueño al dejar
de fumarlo después de un largo tiempo de uso.
- En Irlanda también es conocido como "Hag" La expresión proviene de
informes de una anciana que se cree que ha sido vista cerca de la
víctima durante la parálisis. Varios estudios han mostrado que los
afroamericanos pueden estar predispuestos a la parálisis del sueño
aislada también conocida como "la bruja se le está echando encima."
Además, otros estudios han mostrado que los afroamericanos que tienen
frecuentes episodios aislados de parálisis del sueño, es decir, la
presentación de informes que tengan uno o más episodios de parálisis del
sueño al mes acuñado como "trastorno de parálisis del sueño" estaban
predispuestos a tener ataques de pánico. Este hallazgo ha sido replicado
por otros investigadores independientes.
- En la cultura pakistaní, se trata de un encuentro con jinas
malvados y demonios. También se supone que se debe a la magia negra
realizadas por enemigos y envidiosos.
- En la cultura coreana, la parálisis del sueño se conoce como
"ga-ui", (se pronuncia kah-wee). Se traduce, literalmente, como
"tijera".
- En Sri Lanka este fenómeno se conoce como "Amuku Sea" o "Amuku Pei"
lo que significa un fantasma que intenta forzar a la persona.